Tras la conocida tensión existente en Citroen entre Loeb y Ogier, la cosa parece haber ido a más tras el Rallye de Alemania. Este fin de semana ha sido uno de los de máxima tensión dentro del equipo.
El motivo del problema se generó cuando Ogier fue ordenado a mantener el ritmo y no intentar atacar a Loeb, a modo de estrategia para mantener los dos coches en pista y ganar un buen saco de puntos para el campeonato de marcas.
Ogier se negó a bajar el ritmo y siguió presionando a Loeb, con la suerte para Ogier de que Loeb pinchó al final del segundo día. Aún desobedeciendo las órdenes de Citroen, el rebelde piloto de Citroen mostró su descontento con el equipo en varias declaraciones, diciendo además en tono irónico que el pinchazo de Loeb hacía justicia al haber sido mandado aflojar por su equipo.
Tras esto, Quesnel tuvo que obligar a Ogier a dar expliaciones sobre su comportamiento al equipo donde también le recordó que no es la primera vez que ocurren estas cosas.
Muchos medios explican la posibilidad de otro equipo (tal vez VW) por el que podría fichar si las cosas no le gustan en Citroen dado que es consciente que tiene potencial para ganar y que Loeb aún estará dos años más en el equipo.