Según el diario L’equipe, Olivier Quesnel habría mandado aflojar a Sebastien Loeb antes del tercer día del Rallye de México, con el objetivo de asegurar el doblete y llegar con los dos coches intactos a meta.
Loeb no quiso tirar el rallye con la escasa diferencia y decidió ir a por la victoria, cosa que también hizo Ogier y que al limpiar pista le perjudicó saliendose y abandonando.
«Si te digo que no estaba tomando riesgos no seria honesto. Hemos jugado y hemos perdido.» dijo Ogier tras su abandono.
Alguien debería recordarle a Quesnel sus palabras que decían NO a las órdenes de equipo. Parece que va a estar más interesante la batalla interna de Citroen que la del propio mundial aunque personalmente no les va ayudar nada a la hora de buscar el título de marcas.
Quizá alguno se acuerde de Dani Sordo en estos momentos.