El Rally de Gran Bretaña es la última «víctima» de la FIA, que también puede que vuelva a disputarse en el norte del país, una situación idéntica a la de Portugal, para volver a conectar el rallye con sus orígenes.
Jarmo Mahonen, presidente de la Comisión de Rallies de la FIA ha «sugerido» que la prueba británica salga de Gales y que se celebre en las zonas donde el público tuvo una mayor conexión con el evento, incluyendo el noreste de Gran Bretaña y Escocia meridional.
Por lo tanto, en el año 2013, los organizadores británicos, incluso tendrían que encontrar otro lugar para su evento, como hicieron los italianos con Cerdeña. Si no lo hacen, se arriesgan a perder el tren del WRC.