Hay un antes y un después en la carrera de Daniel Sordo. En el pasado Rallie de Cataluña tenía ante sí una enorme oportunidad. Una victoria suya hubiera ayudado a su imagen y a su futuro en estos momentos de incertidumbre. Era el gran favorito, pero no ganó. No pudo ser, por las razones que fueren y punto.
Un piloto llega hasta donde puede. Pero no se gana credibilidad alegando un boicoteo por parte del equipo Citröen. Tras el Rallie de Cataluña, Sordo está tocando fondo, y tanto el piloto cántabro como su entorno -que pasa por momentos difíciles por asuntos ajenos a las carreras, pero que influyen en el equilibrio personal- deberían reflexionar muy seriamente dónde y cómo se está gestionando su carrera deportiva.
La cruda realidad es que Sordo no ha ganado ningún rallie con el equipo oficial y una montura, el C4, que han marcado una época en el Campeonato del Mundo. Ahora se encuentra en una débil posición en sus negociaciones para seguir en el Mundial. A la baja, para ser más exactos. Es la realidad del mercado. En estos años, dentro de los dos equipos oficiales, ganó Latvala en Ford, recién llegado, por supuesto Hirvonen y Loeb. Pero, sobre todo, Sebastian Ogier. Los resultados no salen porque, en ocasiones, las circunstancias no acompañan, como le ha ocurrido en ocasiones al cántabro. Otras veces, porque el nivel de pilotaje no lo permite. En estos casos, conviene hacer examen de conciencia. Y no echar la culpa siempre al mundo, bien sea tu equipo, las órdenes, la subordinación a Loeb, tu copiloto, o lo que sea.
Desde su llegada al Mundial, y con la excepción de esta temporada, en Eurosport hemos seguido día a día todos los tramos de Dani Sordo en nuestros resúmenes diarios. Y, con sus tiempos en la mano, podemos hacer un diagnóstico honesto y sincero, aún a riesgo de equivocarnos. En su andadura, Sordo se ha mostrado como un piloto rapidísimo en asfalto, y ha mejorado su nivel y su consistencia en tierra en los dos últimos años. Pero también ha puesto en evidencia en bastantes ocasiones una inexplicable irregularidad -en un mismo día, en un mismo rallie- que le han impedido convertirse en un «crack». Y si es cierto que en alguna ocasión Loeb ha supuesto un obstáculo para esa primera victoria, también lo es que otras veces el propio Sordo las ha desperdiciado él mismo. (ay, aquel Acrópolis,…).
¿Porqué Latvala u Ogier, llegados al Mundial después de Dani ya han ganado, y no el cántabro? Ojala nos equivoquemos, pero buscando fantasmas fuera, uno no mira dentro. Como en el pasado Rallie de Cataluña. ¿De verdad Citröen querría arruinar el impacto mediático en uno de sus mercados más importantes -el español- que deparaba una victoria de Sordo, cuando Loeb había ganado ya el título y su propio rallie en Francia? Y en el hipotético caso de que así hubiera sido para rebajar el caché de Sordo en las negociaciones de renovación, uno se calla, traga quina, y no lo lanza a los cuatro vientos. Porque en Citröen toman nota y en Ford también. La realidad es que si los grandes equipos hacen ofertas a la baja, es porque después de tres años ya se tienen suficientes pruebas para calibrar el nivel de cada uno.
Sin el menor afán de hacer sangre, pero con sinceridad, da la impresión de que Daniel Sordo no ha sabido gestionar con inteligencia su carrera deportiva. Y ahora está cosechando el resultado de bastantes de sus decisiones y actitudes.
En primer lugar, no fue una decisión inteligente abandonar la tutela deportiva de Carlos Sainz, después de exprimir sus contactos, su buena fe, y hasta su bolsillo en los primeros compases de su carrera deportiva. La «mano» de Sainz en Citröen era larga. Y fuera de ella, también. Solo basta haberle visto este fin de semana con Wilson en Cataluña, por ejemplo. Podemos comprobarlo en la actualidad cómo gestiona la carrera deportiva de su hijo Carlos a nivel internacional, sus contactos, y su capacidad de maniobra. Y el propio Sainz llegó a considerar a Sordo como su hijo deportivo y adoptivo. Ah, y conocemos los detalles contractuales de la historia, para hablar así. A veces, lo gratis, a la larga, sale muy caro.
Ahora, Ford le ofrece un programa reducido, y teniendo que pagar cien mil euros por rallie. Citröen ha seguido negociando a la baja. Sus opciones son débiles. ¿Y todavía se descuelgan desde su entorno hablando de que tu equipo te boicotea? ¿Cómo te mueves, cómo te asesoras, Dani?
En segundo lugar, Sordo no se lo ha «montado» nada bien con los medios de comunicación, a los que también ha exprimido cuando su programa deportivo era financiado por sus propios patrocinadores, incluso con el mérito de arriesgar el patrimonio familiar. Entonces, las llamadas y la presencia en los medios eran constantes. Pero cuando se firmó el contrato con Citröen, Sordo entró en una suerte de perfil funcionarial y acomodaticio que en nada le iba a ayudar cuando llegaran las vacas flacas, que siempre llegan, y ahora están muy cerca. Un piloto mundialista, en una marca oficial como Citröen, ha mantenido un perfil demasiado bajo en España para la posición que ocupaba deportivamente.
Y si lo anterior no fuera cierto ¿Porqué el propio Sordo ha contratado una agencia de comunicación este año, a título particular, parece que solo cuando empezaba a ver las orejas al lobo en el año de su renovación?. Esto, querido Dani, se hace antes, y de otra manera. Un piloto es un profesional del volante, pero también un profesional de los medios de comunicación. Quien escribe estas líneas tuvo que hacer gestiones en Eurosport para solicitar que Sordo apareciera entrevistado en nuestros resúmenes diarios, porque nunca se le veía. Habría que preguntarse porqué, ya que todo el mundo decía que era un buen chico…
Lo que sigue a continuación es una apreciación totalmente subjetiva, y quizás por ello sea injusto con Sordo. Pero después de convivir con muchos años con pilotos de élite, tanto en la Fórmula 1 como en los rallies, algunos tenemos la impresión de que a Dani Sordo le ha faltado toda la intensidad competitiva y profesional que requería su posición. No pasa nada, insisto, si el talento llega hasta donde llega. Pero la motivación extrema se refleja por todos los poros de la piel. Y Dani Sordo, con perdón, a veces parece que se ha quedado en el Campeonato de España de Rallies. No es cuestión de ser un buen chico, que lo es, ni un buen piloto, que también. En el Mundial hace falta algo más, otra visión, otro enfoque, otra manera de moverse. Dani Sordo tiene talento, pero parece que, después de tras años como piloto oficial, le falta todavía subir algún escalón para pulirlo. Mental, psicológico, lo que haga falta. Ojala lo suba, porque en algunos temas, tú lo sabes, te has negado, Dani. Y todo es poco para convertirse en un ganador.
Dani tiene que escucharse a sí mismo, que reflexionar, que corregir el tiro, y luchar como sea para seguir en el Mundial, aún a costa de los sacrificios necesarios. Por sí mismo, y por los miles de aficionados españoles que están deseando verle ganar. Y por demostrar que puede ser, efectivamente, un triunfador en el Mundial de Rallies. Si se rinde ahora, nunca podrá demostrarlo. Dani, en estos momentos de su carrera, tiene que dejar de hacerse el Sordo.
Fuente: Eurosport
