El joven piloto cántabro, sin fortuna en las pruebas que ha corrido en esta atípica temporada 2020, será una de las ausencias en la siguiente cita del campeonato, el Rallye La Nucía-Mediterráneo.
Los malos resultados de las pruebas en las que ha participado tanto para la Peugeot Rally Cup Ibérica como para la Beca Junior R2 impulsada por la Real Federación Española de Automovilismo ha obligado a Domingo Estrada a parar su doble programa deportivo.
Desde antes del parón automovilístico en el mes de marzo la suerte no estaba del lado de Domingo Estrada, abandonando en el Rallysprint Cares-Deva por un problema mecánico con el Citroën Saxo. Misma suerte correría en Zamudio, una de las primeras pruebas en la nueva normalidad, aunque esta vez abandonaría con el Ford Escort MKII.
Su salto al Peugeot 208 Rally 4 tampoco le trajo suerte que, a pesar de intentarlo y demostrar la velocidad ciertos rallyes pero sin lograr un resultado destacable por las averías mecánicas o las salidas de carretera. En Tâmega, la rotura del motor en la segunda etapa lastró al equipo más si cabe tras la pérdida de tiempo del primer día y su abandono. Una avería que obligó a Domingo y a Cristina Iglesias, su copiloto en la primera parte de la temporada, a participar en Auga con un Peugeot 208 R2 logrando finalizar en sexta posición de la BK R2.
El mes de octubre tampoco trajo buenos momentos para el cántabro que en Vidreiro sufría una leve salida de pista sin consecuencias con Borja Odriozola de copiloto, mientras que en el Princesa de Asturias un fallo mecánico le provocó terminar la carrera antes de tiempo. Tan solo se salva la cita regional de Cóbreces, con el mencionado Odriozola a la derecha, en la que sumó kilómetros a bordo de esta montura finalizando en séptima posición general.