La joven dupla cántabra llegaba al Alto Tâmega con aspiraciones de conseguir un buen papel y enfrentar el corto calendario de la Peugeot Rally Cup Ibérica de la mejor manera.
Rodando a un ritmo alto en los primeros kilómetros de la primera especial de la prueba, una salida de carretera lastraba al equipo pues el radiador se dañaba y el gran trabajo de RaceSeven permitía al equipo trabajar en el coche y poder disputar al menos la segunda etapa con el objetivo de sumar kilómetros.
Sin embargo, en el propósito de meter el coche en parque cerrado antes del inicio de la etapa, el motor del Peugeot 208 Rally 4 dijo basta y tanto Domingo Estrada como Cristina Iglesias se quedaron con las ganas de disputar más kilómetros.