Es algo extraño, pero el Rallye de Nueva Zelanda tiene por costumbre traer consigo sorpresas inesperadas. En 2007 fue escenario de la carrera más igualada del Campeonato del Mundo de Rallyes, cuando Marcus Gronholm venció a Sebastien Loeb por sólo tres décimas de segundo.Un año más tarde, Ford tenía casi en el bolsillo un doblete, pero en el último bucle todo cambió.
Esta vez la rueda de la fortuna ha dado un nuevo giro, y Citroën ha resultado ser la perdedora a pesar de tener la victoria al alcance de la mano en más de una ocasión. Disfrutad del vídeo!