La cita inaugural del Campeonato del Mundo de Rallyes ha tenido que dar un giro de 180 grados a lo previsto inicialmente, cambiando diversos aspectos de la prueba ante la pandemia del coronavirus.
Para respetar las recomendaciones sanitarias y para evitar un aumento de casos derivados de la celebración de la edición número ochenta y nueve de la cita monegasca, la organización ha modificado su itinerario inicialmente planteado. Entre las novedades, destaca la cancelación del shakedown, los cambios en los horarios de las especiales Saint-Disdier-Corps y St Maurice-St Bonnet, la eliminación del tramo del sábado Saint Apollinaire-Embrun.
Además, tanto las asistencias como los tramos cronometrados tendrán que ser sin público, algo que el Automobile Club de Mónaco garantizará con la presencia de 300 comisarios en la carrera bloquearan los accesos.
Todas estas modificaciones podrían ir a peor, si la situación sanitaria no mejora y previsiblemente no será más favorable para los aficionados, pues se espera que para la fecha la normalidad no haya llegado.