Marcus Gronholm ha disputado 18 veces la prueba del WRC de su país natal, Finlandia, y la ha ganado en 7 ocasiones, hecho que lo convierte en el piloto con más éxitos en la historia de la prueba. Sin embargo, reconoce que para ganar en Jyvaskyla se necesita una mentalidad especial.
Con promedios de velocidad que superan los 120 km/h sobre tierra y pistas bordeadas de árboles, no cabe duda de que una victoria en el Rallye de Finlandia es más importante que en cualquier otra prueba. No es de extrañar que el rallye haya sido dominado, excepto en cuatro ocasiones, por escandinavos.
«Es un rallye brutal», afirma Gronholm. «Escuchas los pilotos hablando sobre lo rápido que es; muy, muy rápido. Tienes que ser capaz ir a toda velocidad y saber que después de ese salto te espera otro más, y luego otro, y otro… Es increíble, está pasando algo en el coche en todo momento.
No hay ninguna pista recta sin nada que hacer. Los árboles están siempre cerca, y sabes que si te saltes de la pista, te vas a ir directo contra ellos. Cuando terminé el tramo de Ouninpohja en 2007, supe que no podía ir más rápido. Tienes una sensación increíble cuando terminas un tramo así y has estado tantas veces por encima e incluso fuera del límite. Pero esto es lo que es el Rallye de Finlandia. Tienes que salir de tu zona de seguridad y arriesgarte para ganar, porque la velocidad es brutal».
Gronholm añade que, además de tomar grandes riesgos, también hay que evitar los errores a toda costa.
«En Finlandia», comenta, «el rallye se decide por pocos segundos y no hay vuelta atrás. Todo depende de segundos. Estoy convencido de que el rallye de esta semana será otra vez así».