La FIA ha aprobado hoy en París la nueva normativa sobre el mundial de rallyes de la próxima temporada.
La más destacada es el orden de salida, que indistintamente en tierra o asfalto, abrirá pista el primer día el líder del WRC en ese momento, y en las restantes etapas será un orden inverso, por lo que el tramo de calificación desaparecerá.
Parece una buena idea, ya que el mejor tendrá una dificultad añadida y así se evitará el dominio de un solo piloto.
Otro cambio significativo es la función de la Power Stage, que estará presente en todos los rallyes, deberá tener una longitud de más de 10km y se celebrará sobre el mediodía a fin de ser retransmitida en directo.
Otra novedad es la de no obligar a los equipos a tener un primer piloto de equipo fijo, pero sí uno que corra al menos 10 pruebas y que puede ser sustituido en las otras tres restantes.
También el nombre de las categorías han cambiado, asignándose RC1 para los actuales WRC, RC2 para los R4, R5, S2000 y N4, RC3 para los S1600 y R3, RC4 para los R2 y el resto de Gr. N y RC5 para los GT.
Vemoas durante el próximo año si estos cambios son una evolución o un atraso, pero lo que está claro es que tanto cambio demuestra que la FIA aún no es capaz de dar con la fórmula perfecta en el WRC.