Alberto Meira subió al podio y fue coronado como tercero del Rías Baixas, pero horas después de la ceremonia de clausura fue penalizado con seis minutos porque su turbo no pasó una pruebas en las verificaciones. No se apagó cuando fue depositado una pelota en la admisión de aire del turbo y pese a que el gondomareño intentó que desmontasen el coche para ver si había alguna situación anómala, al final no hubo marcha atrás.
Su preparador, Roberto Méndez ya está preparando un recurso, y mientras tanto el piloto anuncia su intención de dejar de correr por la Escudería Rías Baixas e incluso está sopesando abandonar el nacional de asfalto.
«En la verificación final hicieron una comprobación de la estanqueidad del turbo y posiblemente por alguna fuga o alguna avería, porque hicimos un trompo y teníamos el intercooler torcido, no se apagaba el coche. Fue una prueba nueva que hicieron en este rali, pero el problema de todo esto es que a varios pilotos le dieron la oportunidad de subsanar la estanqueidad del turbo y a nosotros no».
En una disputa que se dilató hasta bien entrada la madrugada, el equipo de Alberto Meira trató en vano de «que desmontasen el turbo y lo comprobasen, porque era la única mejora que se puede hacer en el coche es modificar el turbo o la brida pero a nosotros no nos lo demostaron y entonces quedamos pendientes de saber el problema que tenga el coche. Puede ser una fisura o alguna avería en el coche, que en vez de mejorar las prestaciones podría desmejorar el coche», incidiendo en el mismo asunto porque «le dije que le ponía el coche a su disposición, que lo desmontasen para comprobar, pero ellos solo se remitieron a un artículo que dice que toda la entrada de aire al coche tenía que ser en la admisión del turbo, pero ellos no quisieron verificar nada más y se lo pasaron a los comisarios deportivos. Eso podía ir desde una simple advertencia verbal hasta la expulsión y van y me meten seis minutos sin fundamento de ningún tipo».
Meira dice sentirse desamparado por su escudería, y anuncia su intención de abandonar Rías Baixas. «Cogí un mosqueo tan grande que creo que no voy a salir más por Escudería Rías Baixas. Es muy fuerte, pero cuando fuimos ante los comisarios deportivos, mi representante me puso en duda». Visiblemente afectado, incluso apuntaba que estaban pensando en abandonar el nacional de ralis.
Denunció también que le pedían 3.000 euros, a reunir en media hora, para poder presentar una reclamación para defenderse. Declinó hacerlo y ahora su preparador y Mitsubishi España presentarán una reclamación ante la federación española.
«Creo que no voy a salir más con la escudería y hasta me estoy planteando seguir en el nacional»
Fuente: lavozdegalicia.es