Con sólo cuatro tramos, el último día del Rally de Monte Carlo estuvo pasado por agua, llovió mucho durante todo el día e incluso la niebla cubrió la Power Stage, pero también la nieve estuvo presente en el Turini, dejando bonitas estampas durante la primera pasada ya que la segunda fue suspendida al no poder pasar debido a la cantidad de nieve caída. En cuanto a lo deportivo, poco o nada ha cambiado entre los pilotos de cabeza.
Sébastien Ogier ganó los dos primeros tramos y fue segundo en la Power Stage, pero lo más importante fue la primera victoria de la temporada conseguida.
Bryan Bouffier hizo un rally fantástico a todos los niveles, intentó luchar mano a mano con Ogier pero no pudo. Bouffier no de momento no estará presente en ninguna otra cita del WRC, pero le veremos en la próxima prueba del ERC, el Rally de Liepaja en Letonia, con un Citroën DS3 RRC.
Kris Meeke y Mads Ostberg acabaron consiguiendo dos excelentes resultados para Citroën, con la tercera y cuarta posición respectivamente. La pareja británica se las arregló para conseguir 1 punto en la Power Stage y el noruego dijo que el cuarto puesto obtenido en Monte Carlo, tenía casi sabor a victoria.
Jari-Matti Latvala ha sido rápido el último día, pero era imposible ganar a Ostberg. El finlandés ganó la Power Stage con una ventaja de 0,2 s respecto a su compañero de equipo, y ahora solo piensa en hacer un buen papel en el Rally de Suecia.
Elfyn Evans igualó su mejor resultado en una prueba del WRC, demostrando una gran madurez en un rally muy difícil.
Matteo Gamba siempre estuvo por delante de los pilotos del WRC-2, incluso acabando en novena posición de la general, por delante de Yuri Protasov que ganó el WRC-2 y Sébastien Chardonet acabó en la úndecima posición con un DS3 R3Max.