El belga formó parte de la competición de carrilanas que organiza Red Bull, en este caso en Bélgica, más concretamente en Bruselas.
El joven piloto iba junto a otra persona en una carrilana decorada como su coche en el WRC pero en una curva con peralte volcaban y arrancaban una rueda, sin que nadie sufriera daños gracias a que llevaban ambos casco.