Dando una vuelta por internet vi este artículo y pensé que no podía dejar pasar la oportunidad de compartirlo con vosotros. Aquí os dejo un resumen del último año en los que los Gr B. aún volaban sobre nuestras carreteras.
El campeonato nacional de rallies de asfalto de 1986 comenzaba como era tradición con el Rally Costa Brava. La prueba, puntuable para el campeonato europeo, contó con una importante participación extranjera. A la salida de Lloret de Mar se acercaron 31 tripulaciones foráneas que acompañaban a las 63 nacionales, todas dispuestas a enfrentarse a la gran dificultad del rally catalán.
El piloto de mayor nivel era Fabrizio Tabaton que, englobado en el equipo Grifone, contaba con un Lancia Delta S4 de primer nivel para conseguir el título continental. El equipo Tre Gazelle presentaba dos Lancia 037, uno para el italiano Pregliasco y el otro para el belga Snijers.
A estos se enfrentarían los participantes del campeonato nacional. El vencedor de la edición anterior, Salvador Serviá, seguía fiel al Lancia 037 con el que había participado unas semanas antes en Montecarlo y contaba con la infraestructura de la Jolly Club para tratar de revalidar el título. Carlos Sainz, subcampeón en 1985, contaría con el Renault 5 Maxi Turbo durante toda la temporada figurando al frente del equipo FASA. Antonio Zanini, apoyado por el RACE y Marlboro, había conseguido traer a tierras españolas un espectacular Ford RS200 con el que trataría de olvidar los sinsabores de su experiencia con Peugeot. Opel de nuevo confiaba en el gallego Beny Fernández para pilotar el Opel Manta 400. Luchando por la victoria dentro del grupo A Renault ponía un Renault 11 Turbo en manos de Barreras con el que enfrentarse al Alfa Romeo Alfetta GTV de Bassas y al Peugeot 205 GTi de Borja Moratal y Juan Carlos Pradera. Además contaban con programa para seguir el campeonato en mayor o menor medida Ricardo Muñoz con BMW 323i, Jaume Pons con Opel Manta GT/E y Eduardo Balcázar con Talbot Sunbeam Lotus, entre otros.

Volviendo a la disputa del Rally Costa Brava, la primera etapa constaba de diez tramos cronometrados en los alrededores de Barcelona. Tabaton comenzó de forma arrolladora y en la primera especial, Cladells, logró la victoria con 17 segundos de ventaja sobre Sainz y 29 sobre Serviá. Antonio Zanini, adaptándose a su nueva montura perdió 51 segundos, uno menos que Pregliasco y tres menos que Snijers que abandonó al final de la especial al detectarse un problema en el motor de su montura. Tabaton se tomo las cosas de un modo más relajado lo que permitió a Sainz y Serviá recortar la diferencia poco a poco. Serviá adelantó a Sainz y en el sexto tramo se puso a escasos segundos del Delta S4. Tabaton volvió a atacar y llegó al final de la etapa con 15 segundos sobre Serviá y 18 sobre Sainz. Pregliasco era cuarto a 1 minuto y 9 segundos y más atrás Zanini perdía ya más de dos minutos.
La segunda etapa, a disputarse en la comarca de Sant Hilari, comenzó con una fina lluvia que terminó por transformarse en una copiosa nevada. La selección de neumáticos fue vital y Tabaton aprovechando la tracción total de su Lancia logró aventajar en un minuto a sus rivales. A partir del segundo tramo, Guilleries de más de 40 kilómetros, la nieve hizo acto de presencia provocando accidentes como el de Balcázar, que sin visibilidad se subió a un arcén y volcó. Los siguientes tramos, disputados bajo una pertinaz lluvia, trajeron cambios, ya que el líder Tabaton se salía de la carretera poco antes de alcanzar el final del bucle. Al tratar de devolver el coche a la pista, el italiano quedó atascado perdiendo más de dos minutos; lo que le hizo descender hasta la quinta posición. Sainz se encontró líder ya que poco antes había superado a Serviá. Tras la asistencia, los pilotos debían enfrentarse de nuevo al tramo de Guilleries cubierto en su totalidad por una abundante capa de nieve, circunstancia que permitió a Tabaton aprovecharse de las ventajas de la tracción total de su vehículo. Se colocó segundo tras de Sainz que, cómodo en esas condiciones adversas, logró conservar 20 segundos de su ventaja con el piloto del Delta y aumentar las diferencias con el resto de rivales. Salvador Serviá conservaba el tercer puesto a 2 minutos y 50 segundos del madrileño. Pregliasco era cuarto a casi 6 minutos, Zanini era el siguiente a más de 8 minutos y el sexto lugar era para Beny Fernández ya a más de 20 minutos.

Antes de la etapa final la organización autorizó a montar ruedas con clavos, situación que sorprendió al equipo Renault que no disponía de ese tipo de neumáticos. Finalmente encontraron unas ruedas usadas en un furgón de asistencia, pero a pesar de esto Sainz perdió más de cuatro minutos. El madrileño quedó a 41 segundos de Serviá y entonces se lanzó en un ataque furibundo en búsqueda de la segunda plaza, mientras que la tracción total del Delta S4 permitía a Tabaton distanciarse en la cabeza de la clasificación. En Grions perdió otros ocho segundos, recuperó 1 en Brunyola y otros 10 en Lloret 2. Serviá reacciona y logra superar a Sainz en los dos siguientes tramos y se llegó a la segunda pasada por Les Corbes con una ventaja de 44 segundos. El hielo de la primera pasada se había convertido en barro y en esas condiciones, Sainz estaba en su salsa. Recuperó 40 segundos y se puso justo a la espalda de Serviá. A falta de dos tramos la segunda plaza estaba por decidir. Sainz se hizo con los dos scratch superando por 12 segundos a su adversario y alzándose al segundo escalón del podium. Zanini que parecía iba a finalizar quinto con el nuevo Ford RS200, tuvo que ceder este puesto a Beny Fernández a falta de dos cronometradas por una fuga en el depósito de combustible que amenazaba con incendiar el vehículo. En el grupo A la victoria hubiera correspondido a Borja Moratal que había ocupado la séptima posición scratch, pero una sanción de 30 minutos por usar unos clavos no reglamentarios le bajó hasta la décimo tercera plaza.

El campeonato continuaba con otra prueba puntuable para el europeo. El Rally RACE-Costa Blanca se disputaba desde el 21 de marzo y esta vez, aunque la presencia extranjera era importante, el triunfo se lo disputaron los pilotos nacionales. En gran parte esto pudo ser gracias a la serie de averías e incidentes que acosaron a los primeros. En el primer tramo Tabaton, con el Delta S4 que había pilotado Alen en Montecarlo, sufría un pinchazo y vio como era superado por los Lancia de Serviá, Pregliasco, Snijers y el debutante Panontin. Zanini tenía problemas con la caja de cambios y en la asistencia de Alcoy se dispuso a cambiarla siendo penalizado por llegar tarde al control de salida. Más tarde, sin opciones debería abandonar al romper su segunda caja de cambios. Sainz que se hizo con el liderato trataba de contener la remontada de Tabaton. Pero esa remontada no pudo llevarse a cabo ya que el piloto italiano abandonó con problemas de alternador. Parecía seguro que el madrileño se alzaría con la victoria por fin. Pero en el último tramo, Confrides, el árbol de levas del Renault 5 Maxi Turbo cedió, robando al joven Sainz de nuevo la victoria. Ante esta situación Serviá se encuentra con una victoria inesperada y una buena renta de puntos que le colocaba al frente de la clasificación provisional del campeonato. Beny Fernández también tuvo que abandonar por avería de su Opel Manta 400. En grupo A la victoria cayó del lado de Juan Carlos Pradera, aprovechando la avería de Moratal. En grupo N la victoria fue para Manuel Rodríguez.


El campeonato retornaba a Cataluña para disputar el Rally Cales de Palafrugell en territorio de Girona. Sainz no acudió ya que se encontraba disputando el rally francés de Garrigues. En esta edición del campeonato de España los pilotos podían sumar puntos en las pruebas internacionales de más alto coeficiente aunque se disputasen en el extranjero. Zanini, a la espera de mejorar los problemas con la caja de cambios de su Ford tampoco se presentaba en la salida de la carrera. Aunque el rally pertenecía también al campeonato europeo, su bajo coeficiente apenas atrajo a equipos extranjeros. Salvador Serviá aprovechó la ausencia de todos estos rivales para imponerse en la carrera tras la disputa de los 286 kilómetros cronometrados a los que se enfrentaron los 113 equipos inscritos. Por las restantes plazas del podium lucharon los Opel Manta de Beny Fernández y de Jaume Pons, éste último alquilado al italiano Contero. Al final se impuso el piloto gallego. Josep Arqué obtenía la cuarta plaza, también con un Opel Manta y colaborando al éxito de la marca alemana. Borja Moratal se impuso en el grupo A y un joven Jesús Puras ofrecía perlas de lo que más tarde ofrecería al automovilismo nacional.


Sainz no logró terminar el rally Garrigues, ya que el motor de su Maxi cedió cuando marchaba segundo, detrás de Chatriot. Esto permitió a Serviá colocarse en cabeza de la clasificación provisional con bastante ventaja.
El campeonato se desplazó a Córdoba y en este caso la ausencia más notable era la de Serviá, que descartó esta prueba por problemas presupuestarios. Sainz se presentaba con el primer Renault 5 Maxi completamente montado por técnicos españoles. Zanini retornaba al campeonato con sus problemas mecánicos teóricamente resueltos. A la lucha se sumaría Beny Fernández con el “inferior” Opel Manta 400. La lluvia hizo acto de presencia y ganó el que más acierto tuvo con la selección de neumáticos y este fue Carlos Sainz. El madrileño se hizo con la cabeza desde el primer momento por delante de Zanini y de Beny Fernández. El gallego perdió todas sus opciones al montar gomas de agua cuando el asfalto se encontraba totalmente seco, mientras que Zanini se mostraba cada vez más seguro y ponía en apuros a Sainz. Al finalizar la primera etapa Sainz aventajaba en 25 segundos a Zanini provocados en parte por el fallo de un inyector del Ford RS200. Beny Fernández en este momento ya se conformaba con conservar la tercera posición. Puras aguantaba el ataque de Moratal. Arqué con el cable del acelerador roto perdía tiempo y al final se retiraría con la junta de culata quemada. Un poco más tarde Bassas, segundo de grupo A hasta ese momento se retiraba con la transmisión del Alfa rota. En la segunda etapa las cosas no cambiaron y cada uno se dedicó a conservar la mecánica para llegar a Córdoba en la posición que había logrado en la jornada anterior. En el grupo A la victoria cayó del lado de Moratal que aprovechó los problemas de Puras y Bassas. Puras vio como se rompía el delco y Bassas la transmisión
Coincidiendo con el final de mayo y el principio de junio se disputó la décima edición del rally Villa de Llanes, puntuable con coeficiente 6 para el Campeonato de España. Los alrededores de la preciosa villa asturiana vieron una encarnizada lucha entre los tres pilotos punteros del campeonato. Junto a ellos, hicieron vibrar a los espectadores los Opel Manta 400 de Beny Fernández y Josep Arqué, el Renault 5 Turbo de Puras, los Peugeot 205 GTi de Moratal y Pradera, el Renault 11 Turbo de Barreras, los Alfetta GTV de Bassas y Recalde, entre otros. Bassas contaba con el coche que estaba disputando el mundial, cediendo su habitual montura al argentino.

La primera etapa finalizó con el dominio de Sainz, con una ventaja de 2 segundos sobre Zanini y unos más que suculentos 30 segundos sobre el que en principio sería su máximo rival en la lucha por el título, Serviá. El de Lancia sufrió problemas con sus amortiguadores. En la segunda etapa, los tramos nocturnos vieron como Zanini y Sainz se alternaban en las dos primeras posiciones al degradar el madrileño sus gomas en exceso. Serviá se mantenía detrás sin lograr acercarse a ellos. En la última pasada por el tramo de Fito comenzó a caer la fina lluvia típica del Principado sorprendiendo a los pilotos con neumáticos de seco. Sainz se salía en una curva de la bajada e inmediatamente después Zanini salía en la misma curva. Aunque lograba continuar el Ford RS200 sufrió importantes daños en la suspensión que le hicieron perder mucho tiempo al que tuvo que sumar una penalización por exceder el tiempo permitido en su reparación. Serviá logró salvar la curva, no sin estar a punto de salirse también, gracias al aviso de Carlos Sainz. De este modo la historia del Costa Blanca se repetía y Serviá se hacía con la victoria por los problemas de los dos primeros clasificados. Los otros dos “beneficiados” por este hecho fueron los Opel de Fernández y de Arqué que lograban una segunda y una tercera plaza que sabían a gloria dentro del equipo Opel-Phillips. Puras se vio apeado de una merecida cuarta plaza cuando el motor de su Renault 5 Turbo dejaba de funcionar.

Borja Moratal se hacía con la victoria en el grupo A tras protagonizar una remontada espectacular gracias al acierto en la selección de los neumáticos adecuados. El de Peugeot rebasaba en el último momento a un Bassas que hasta entonces lideraba la clasificación de esta categoría con cierta holgura. Colomer colocaba su Renault 5 GT de grupo N en la octava plaza total y ganaba con contundencia su categoría.

Con el VIII Rally de las Islas Canarias (antiguo Rally de Tenerife) comenzaba la mini gira por el archipiélago canario. A la sexta prueba del campeonato Serviá no acudió de nuevo por motivos presupuestarios. Pero desgraciadamente para el piloto de Renault, Sainz rompía su motor en el segundo tramo, por lo que la ausencia del catalán no resultó de importancia en la clasificación del campeonato. Zanini luchaba por ganar en dura lucha con el local Medardo Pérez que corría con un Lancia 037. Pero muy pronto, el canario sufrió un fuerte accidente que además de obligarle a abandono, causaba serias lesiones a su copiloto Juan José Alonso. Ya sin oposición Zanini se hizo cómodamente con la primera victoria para el equipo Ford-Marlboro-RACE incluso permitiéndose bajar la presión del turbo para salvaguardar el motor de posibles averías. Segundo fue Beny Fernández y tercero Lamberti que aprovechó la avería de Santiago Álvarez, con Renault 5 Turbo, y una salida de pista de Arqué. Destacó también la actuación de Ponce con un BMW 635CSi. Los puntos de Beny le permitían seguir líder de la clasificación general.
Una semana después se celebró en la isla de Las Palmas el Rally Corte Inglés, puntuable con coeficiente 7 para el Campeonato de España y 2 para el europeo. Setenta coches tomaron la salida y entre ello el Lancia 037 del italiano Franco Cunico. El rally tenía un recorrido de 693 kilómetros de los que 288 eran cronometrados y se dividían en 18 etapas especiales. Sainz que contaba con un motor más potente libró una lucha encarnizada con el italiano. En el primer tramo Sainz sufrió un pinchazo que le hizo perder medio minuto y colocó a Cunio en cabeza. Sainz comenzó en ataque y el de Lancia no pudo soportar el acoso del madrileño y se salió de la carretera. El coche del italiano terminó chocando con un coche particular. El accidente no era grave pero el público no dejó continuar al italiano hasta 20 minutos después ya que le reclamaban los datos del seguro. Desde ese momento el madrileño se encontró en solitario al frente de la clasificación provisional.


El campeonato sufrió un parón veraniego que duraría hasta el 20 de septiembre, cuando se disputó la XXIII edición del Rally Príncipe de Asturias. El rally constaba de 295 kilómetros cronometrados divididos en tramos cronometrados, algunos tan entrañables para los aficionados como La Faya o El Fito. La afición acudió en masa a presenciar el evento, que puntuable para el europeo, atrajo hasta tierras asturianas a pilotos de la talla de Fabrizio Tabaton que de nuevo acudía con su Delta S4 a tierras españolas. Además de los habituales del campeonato, se añadían varios pilotos locales entre los que quizás había que destacar a Cardín con un Lancia 037. Esta masiva afluencia de espectadores incluso obligó a la organización a cancelar una de las pasadas al tramo de Faya por estar casi bloqueado por los coches de los asistentes.



Salvador Serviá abandonaba acosado por infinitud de problemas derivados de una mala reparación tras el golpe de Canarias. Este abandono dejaba más apretada la clasificación del campeonato. También hay que destacar el nacimiento de una asociación que daría grandes dosis de emoción en el futuro: Pep Bassas se presentaba a la cita asturiana con un BMW 323.
Pero la situación podía haber cambiado de haberse concretado una opción que barajó Bernard Tramont. El director del equipo FASA Renault estudió la posibilidad de acudir al rally Olympus en Estados Unidos para sumar los puntos necesarios para dar a Carlos Sainz el título. Pero al final no se concretó y nada cambió en la clasificación final. En el grupo A la victoria fue para Borja Moratal y en grupo N José Piñon.

Para 1987 la Federación Internacional había determinado la supresión del grupo B. Terminaba una época que se caracterizaba por la espectacularidad de coches ligeros con motores muy potentes. La lucha entre espectacularidad y seguridad había sido ganada, como es natural y lógico, por la última.
El Campeonato de España de Rallies de Tierra de 1986 fue ganado por Juan Carlos Oñoro al volante de un Opel Manta 400. No existe mucha información sobre este campeonato pero si podemos ofrecer algunas fotos de los participantes


Artículo extraído de: khrallyteam.com